Ni más ni menos que don Douglas, que gusto me dio verlo, siempre con su plática amena, le gusta siempre la actualidad, sus comentarios generalmente versan sobre los últimos acontecimientos por eso es que cuando me refiere los detalles, debido a la ubicación geográfica de su negocio, esta al centavo de lo que quieras saber.
Para los que no han estado al tanto de las pláticas de don Douglas les haré mención nuevamente de su negocio que consiste en la comercialización de calcetines en una banqueta de la zona centro (de esto le he hecho su comentario a él directamente sobre el comercio informal, pero él me refiere que no está establecido y que es ambulante –aunque siempre lo encuentra uno en la misma zona, eso no lo acabo de descifrar- además que paga sus recibos, después de eso ya no aclara a quien ni cuando, pero que está “derecho” con sus impuestos y que está en el “padrón” ni hablar…).
Ya había guardado su mercancía, ya estaba por retirarse y aproveche para invitarle un café en el local de tradición, que por cierto estaba a unos pasos.
Ingresamos y pedimos el tradicional “lechero” después de los saludos de rigor a los conocidos y amigos que pasaban en ese momento, ni cuenta me dí cuando de repente estábamos platicando de las “hordas” –según sus palabras- que se han adueñado de los cruceros en las calles más transitadas del puerto, y quizá en otras muchas ciudades, que así parece ser una constante. Empezando por los de la botellita con jabón, que a la de sin susto te dejan caer un chorro en el parabrisas para después preguntarte que si te lo limpian…
Después me hizo referencia de los del papelito, que pasan y te dan por la ventanilla un llavero, un dulce, un bolígrafo o algo acompañado de un papelito que dice que son mudos o que pertenecen a una organización que ayuda a los niños de Biafra, o los que piden apoyo para alguno de los múltiples sistemas de auxilio y rescate, también hay cruceros especializados que no solo dan los servicios de sacudirte el carro con un trapo-plumero, sino que también son como tianguis, porque te venden encendedores, cigarros, recargas para celular, cargadores para celulares, frutas y verduras, espejos, juguetes, títeres, rompecabezas, refrescos, no pueden faltar los periódicos…
Bueno, de tal forma que cuando pasas por alguno de esos lugares, le pides al sortilegio que no te toque el semáforo en alto y puedas librar estos obstáculos…
Ah! Pero aquí viene la innovación… ya existen actos circenses que te hacen más leve, agradable y soportable la espera… el traga fuegos ya paso a la historia, ahora hacen acrobacias en una bici, o con zancos, o con unos palos con fuego… aquí ya varió el asunto y te dejan con una expectativa para la siguiente ocasión que pases por allí…
Entre peras y manzanas se hizo noche, pedí la cuenta y me despedí de don Douglas hasta la próxima vez que seguiremos platicando del mundo bizarro llamado tierra pero que el 75% de su superficie es agua….
