jueves, 27 de octubre de 2011

LA NUEVA ALAMEDA DIAZ MIRON nota por el ING. RAMON AGUILAR


Salía de conocida tienda comercial ubicada en Díaz Mirón, distraídamente y absorto contemplando el caos vial que se forma en horas pico por las obras de remodelación de la alameda, pero pensando precisamente en que quizá el beneficio será permanente y que las molestias solo serán por unos días… que quizá el comercio establecido en la zona en estos momentos esté casi parado por los trabajos que evitan el paso inclusive al peatón… pero que en cuanto se reactive la circulación volverá a iluminarse en todo su esplendor…

En esos pensamiento venia concentrado cuando me encuentro, y con cara molesta, nada menos que a don Douglas. Creo que buscaba con la mirada a quien dirigirse y externar la molestia que sentía –¿Que tal don Douglas? ¿Qué me cuenta de esa buena vida, que dice el negocio?- (para que dije eso… hubiera saludado con otras palabras ya que le di la pauta para que iniciara su plática acerca de ello con grandes aspavientos…)

-¡Pues aquí haciendo corajes mi amigo! Cual negocio, mire nada mas, como nos hacen y des hacen… aquí había pensado instalarme con un localito de playeras y sandalias de tipo japonesas (me indica señalando el lugar, se refiere a los locales instalados anteriormente en el pasillo central de la alameda), ya estaba viendo lo de un traspaso con un compa… y ora resulta que se hará un corredor peatonal aquí en Abasolo, que cerraran a los carros y ya no habrá paso más que para la gente… pero lo que no me pasa es que ya no darán permisos más que los que ya estaban de este lado… lo más probable es que aunque dicen que ora si no darán permisos a los parientes, amigos o compadres lo que va a pasar es que van a dar más caros los permisos y va a haber que dar “mordida” para que den el lugar…-

-¡Como va a ser eso don Douglas! Confiemos en que se está haciendo lo mejor para la imagen urbana, para la circulación vehicular en esta avenida… poco a poco avanzaremos…

(No me dejó terminar don Douglas ya que en esos momentos me interrumpió al recordar otro intento de mejoramiento -según sus propias palabras-).

-Mire mi amigo… de eso no me lo diga de esa manera porque yo he estado pendiente desde hace años cuando pensé que se haría con un estilo tradicional, muy de época, de mucho nivel… cuando el Ing. Paco Ávila inicio un proyecto semejante incluso se hizo una muestra empezando frente al parque Zamora… ¿a ver qué pasó…? Pues nada que le interpusieron muchísimas trabas, de seguro por ser del partido opuesto a ya sabes quien, que la ecología, que la imagen urbana, que la economía, que la normativa de arqueología e historia, incluso había gente que se quería inmolar si continuaba el proyecto… pero eso sí, ora pienso que los mismos grupos que se opusieron anteriormente en esta ocasión $i están $eguro$ de que $e harán bien la$ co$a$... –

¡Mire! Hasta las banquetas ahora son más anchas… las agrandaron y la alameda la recortaron… a ese ritmo al rato solo será como un pasillo al centro de la alameda…!

Me quedé absorto ante este razonamiento, no supe que decirle, pero creo que debemos tener fé (para eso somos buenos) en que se hace todo con la mejor intención. Como no tuve más palabras que replicarle al respecto, rápidamente le cambie el tema sobre las ofertas del centro comercial de donde venía y que precisamente estas ofertas son para incrementar la afluencia de los clientes, que se ha disminuido por lo mismo…

-Ja, ja, ja- se rió estrepitosamente don Douglas cuando mencioné lo anterior – ¡oiga! - me dijo- por cierto, ¿ya se fijó en el negociazo de las cajas…? - ¿Cuál de todos don Douglas? – (le contesté rápidamente en previsión de una sorpresa de las que el acostumbra…) – ¡… pues el de los señores de la tercera edad! Fíjese que estuve observando desde aquí enfrente cuanta gente desfila por cada caja y son raros los que no le dejan su propina al “cerillo de la tercera edad”... allí es cuando me puse a hacer cuentas… y oiga… a ver… ¿ usted cuanto se imagina que gane diariamente la cajera, que es la de la responsabilidad de los centavos? Pues ahora imagínese lo que se lleva en un rato el señor que empaca, yo le calculé de a peso por cliente, pero hay quien les dá mas de a cinco o diez pesos… -pero eso no es nada, yo conozco a un señor de estos, que le dicen “el tortugo” que inclusive se dá el lujo de venir por ratos, platica que se propone juntar cierta cantidad y a esa hora se va… yo luego lo he visto bailando salsa en un bar que se llama “el nuevo melón” ahí es donde yo me pregunto que esto no es parejo, porque la cajera tiene toda la responsabilidad y gana menos pero hay quien si se merece la propina y hay quien… pues no sé…

No cabe duda que don Douglas es una persona sumamente observadora, su manera de razonar me sorprende constantemente. Me despedí de él en esta ocasión cuando abordaba el tema de la colocación de concreto hidráulico en la entrada al Infonavit Las Vegas, que ya lleva más de un año y no avanzan a pesar de que la comuna anterior la dejó casi terminada, que si la nueva común “ jineteó” el dinero de la obra,etc…

De manera amable me despedí de don Douglas antes de que iniciara otra temática, disculpándome usando el viejo truco de la llamada celular y me retiré pensando otra vez en lo que vemos cada día en este mundo bizarro llamado tierra pero que consiste en 75% de agua…